domingo, 19 de junio de 2016

CAPITULO XXXVIII


ATENCION: ESTE POST CONTIENE ESCENAS DE SEXO EXPLICITO +18
CLASIFICACION POR DESCARGO R.

Nota de la autora: Este capitulo esta dedicado a las victimas de Orlando, por que todos debemos tener la libertad de poder amar a quien deseemos.
D.E.P

Como dijo Morgan Freeman: Odio la palabra HOMOFOBIA
Usted no tiene miedo, usted es un imbecil 


CAPITULO XXXVIII

Leonardo le dio instrucciones a Luca de que si Sandro volvía a despertarse, le suministrara otra dosis de leche de amapola y la chica asintió, recostándose encogida a los pies de la cama.

-Y recuerda...No debe verte. Debe creer que has sido un sueño provocado por las drogas. Es imprescindible que lo crea  para que nuestro plan funcione.

Dijo Leonardo sonriendo mientras la idea empezaba a dibujarse en su mente.

-Pero, señor... No creo que funcione....

Luca no estaba muy convencida de que el plan de Leonardo fuera a resultar, pero con un gesto Da Vinci la hizo callar.

-Muchacha... En peores intrincados me he visto y mis planes nunca fallan. Y ahora, si me disculpas, voy a descañar un rato...Mañana va a ser un día duro, y todos necesitamos dormir.

CAPITULO XXXVII


ATENCION: ESTE POST CONTIENE ESCENAS DE CARACTER SEXUAL +18. CLASIFICACION POR DESCARGO R

 


CAPITULO XXXVII

Luca vio como Leonardo y el conde se alejaban hacia la otra parte del taller abrazados y con un suspiro se soltó las cintas del corsé y los cabellos, para estar más cómoda.
Luego con delicadeza se sentó en la cama, al lado de Sandro y retiro con cuidado la manta que lo cubría para evaluar sus heridas.

Girolamo y Leonardo habían hecho un buen trabajo limpiando y curando las lesiones del artista pero un simple vistazo le basto para saber que ninguno de los dos se había atrevido a curar su entrada y su sexo y apretó los labios, pensando que no podía dejarlo así.
Con cuidado de no despertarlo, se levantó de nuevo y tras llenar un caldero pequeño con agua fría, cogió un trapo y volvió a su lado, apartándole los cabellos para observar su rostro.
De no ser por los golpes y cortes, el rostro de Sandro era un rostro hermoso, con unos rasgos delicados pero bien delineados y Luca se inclinó sobre él, posando sus labios con delicadeza sobre la frente perlada de sudor.